Según el coordinador de la Escuela de Golf de GolfCanal, Nacho Puga, en 30 minutos se pueden depurar fallos y corregir errores para lograr un menor hándicap: «Sin duda, los alumnos que vienen cada día a practicar media hora incrementan su nivel de juego notablemente», asegura.
Puga señala que los alumnos que asisten a estas clases particulares mejoran su hándicap y su juego, ya que los profesores ayudan a corregir, «algo que es esencial». Pero además en GolfCanal hay disponible un radar, que detecta el error de swing, por lo que la ayuda es extra. «Con quince minutos de profesor y quince más de radar, se puede bajar el hándicap a 1 dígito rápidamente», indica el coordinador y profesor de golf.
El hecho de que estas clases se den a la hora en que mucha gente para a comer, también es un punto a favor. «Estas clases son ideales porque se sitúan en mitad de la jornada laboral, por lo que los alumnos desconectan practicando su hobbie preferido», apunta Nacho Puga. Según el profesor, el tener la clase a mitad del día, además de aprovechar las horas de sol, supone «una motivación diaria para el jugador».
.- GolfCanal ofrece clases particulares de media hora entre las 14 y las 17 horas a los alumnos de golf que ya cuenten con una pequeña base de conocimiento. Según el coordinador de la Escuela de Golf de GolfCanal, Nacho Puga, en 30 minutos se pueden depurar fallos y corregir errores para lograr un menor hándicap. “Sin duda, los alumnos que vienen cada día a practicar media hora incrementan su nivel de juego notablemente”, asegura.
Puga señala que los alumnos que asisten a estas clases particulares mejoran su hándicap y su juego, ya que los profesores ayudan a corregir, “algo que es esencial”. Pero además en GolfCanal hay disponible un radar, que detecta el error de swing, por lo que la ayuda es extra. “Con quince minutos de profesor y quince más de radar, se puede bajar el hándicap a 1 dígito rápidamente”, indica el coordinador y profesor de golf.
El hecho de que estas clases se den a la hora en que mucha gente para a comer, también es un punto a favor. “Estas clases son ideales porque se sitúan en mitad de la jornada laboral, por lo que los alumnos desconectan practicando su hobbie preferido”, apunta Nacho Puga. Según el profesor, el tener la clase a mitad del día, además de aprovechar las horas de sol, supone “una motivación diaria para el jugado
