Si bien es cierto que no tuvo el mejor de los comienzos y que el 74 inicial parecía que acabaría suponiendo un pesado lastre en las siguientes jornadas. Lejos de eso, Gonzalo se metía en el corte con un 69 con el que comenzaba un fin de semana marcado por la regularidad.
Vueltas de 68 y 69, respectivamente, cerraban la cita nipona de el de Puerta de Hierro que finalizó en un meritorio vigésimo puesto.
El torneo fue ganado por el japonés Hideki Matsuyama, con quince golpes bajo el par del campo.