McIlroy comenzó desde el hoyo uno con todas la luces encendidas. Aunque su primer golpe no alcanzó la primera calle del Firestone Country Club, se sacó de la manga un golpe que dejó su bola con claras posibilidades de birdie, transformado con la calma necesaria de quien sabe que ha de remontar si quiere tener opciones de victoria.
Repitió resultado en los dos siguientes hoyos, en ambas ocasiones la bola de Rory sí alcanzó la calle en dos golpes de distancia considerable.
En un abrir y cerrar de ojos, McIlroy, se había comido la ventaja de García. El castellonense, por su parte, no pudo o no supo reaccionar ante el brutal ataque. Su putt volvió a mostrarse irregular y su golpe de salida nunca estuvo a la altura del de su oponente. El bogey en el hoyo tres fue un compendió de todos su males.
Mientras, McIlroy, aumentó su ventaja a dos golpes merced a otro birdie en el cinco. El único error del nuevo número uno del mundo vino en el hoyo ocho. Sergio reaccionó con birdie en el nueve y se colocó a un golpe.
Fue un espejismo. McIlroy volvió a la solidez de su juego. Sergio, a pesar de algún buen golpe a bandera, no culminó con el putt, como hiciera en la segunda jornada, donde igualó el record del campo. El bogey en el hoyo 16 confirmó la victoria de McIlroy y su ascensión a lo más alto de la clasificación mundial.
Marc Leishman fue tercero, mientras la cuarta plaza estuvo compartida por Charl Schwartzel, Patrick Reed, Keegan Bradley y Justin Rose.
Tiger Woods se retiró tras ocho hoyos tras notar un espasmo en su espalda. Su participación en el PGA Champioship está comprometida así como su presencia en los Play-Off de la FedEx Cup.
Miguel Ángel Jiménez finalizó en el puesto cuarenta y cinco. Gonzalo Fernández-Castaño en el sesenta, uno más abajo Pablo Larrazabal.