Mañana el ex número uno del mundo tendrá que superar la “maldición del viernes” en busca de su segundo título en cuatro apariciones en el Circuito Europeo.
A pesar del viento, este jueves se ha batido dos veces el récord en Royal Aberdeen. Primero lo hizo el sueco Kristoffer Broberg que abrió campo a las 6,30 de la mañana y volvió con un nuevo récord de 65(-6), pero lo conservó poco más de dos horas. A las 8,40 salía McIlroy y se apuntaba ocho birdies (seis de ellos en siete hoyos entre el 8 y el 14) y un bogey.
El norirlandés supo utilizar de forma sensacional el viento a favor de más de 30 kilómetros por hora en el 13, un par 4 de 399 metros donde se metió en green de drive. Pero lo que más valora son los hierros controlados que lleva practicando últimamente como preparación para estas dos semanas en los links.
«Hoy me ha salido todo, pero lo más importante es que he controlado el vuelo de la bola y esa es la clave para jugar estos campos en estas condiciones.
«He trabajado mucho la bola baja últimamente. Se trata de dar golpes suaves, quitándole efecto a la bola y pegando hasta 45 metros menos de lo normal. Hoy lo he puesto en práctica por el campo y ha funcionado.»
McIlroy contó que en el pro-am del miércoles también había metido el drive en green en el 13, dejando impresionados a los del partido de delante donde iba Ian Poulter.
«No pensé que podría llegar y les jugué encima sin querer. A Poulter le dije que era la madera 3, pero era el drive.
«Estoy driveando muy bien y no quiero desaprovechar esa ventaja.»
Es la cuarta vez en 13 torneos que McIlroy entrega un 64 o mejor el jueves y no gana el domingo.
Su resultado medio del primer día (algo menos de 68) lidera las estadísticas del circuito norteamericano, pero su media del segundo día es casi cinco golpes peor.
«He empezado bien muchas veces pero luego lo estropeo. Espero que eso no ocurra esta semana. El problema es más mental que otra cosa porque me encuentro muy cómodo con mi juego en este momento.»
Después del Abierto Británico de 2011 McIlroy declaró que no le valía la pena cambiar su forma de juego por una semana, pero cuando el año pasado falló el corte en Muirfield por culpa de un 79, calificó su juego de “descerebrado”.
«El año pasado a estas alturas estaba intentando controlar la bola y no me sentía nada seguro. Este año es otra cosa, ya sé pegar los golpes que necesito para jugar aquí y me divierte ponerlos en práctica estas dos semanas… al final creo que me estoy aficionando a los links.»
Los resultados de esta primera jornada han sido excelentes a pesar del viento. McIlroy lidera por uno con -7. En segunda posición empatan en -6 Broberg y el argentino Ricardo González.
González, algo ronco después de animar a su equipo en la semifinal de la Copa del Mundo, comentó:
«Venía 8 menos por el 12, hacía mucho tiempo que no hacía una vuelta de estas, tenía un poco de presión y eso me jugó una mala pasada. Me faltó terminar, pero ha sido una buena vuelta.
«Estoy contento de estar aquí con mi familia, disfruté mucho con el partido de anoche… hoy se cerró un día espectacular para mí con muchas satisfacciones personales y, sobre todo, con mi hijo de caddie. Ha sido una experiencia inolvidable ver su cara de satisfacción cuando veníamos ocho menos por el 12.
«Me gustan los links, son campos donde me defiendo porque soy un poco más hábil y además me gusta la gente de aquí. Todo eso influye para que juegue bien en Escocia»
El defensor del título Phil Mickelson va a cuatro golpes del líder después de un 68(-3) con un eagle, dos birdies y un bogey con tres pats en el 18.
El español mejor clasificado es Pablo Larrazábal decimotercero empatado con 69(-2).
Le sigue Carlos del Moral en el puesto 24 con 70(-1).
Adrián Otaegui y Álvaro Quirós empatan en el 40 con 71(par).
Rafa Cabrera Bello en el 68 con +1.
Jorge Campillo y Eduardo de la Riva empatan en el 78 con +2.
Nacho Elvira y Miguel Ángel Jiménez en el 98 con +3.
Alejandro Cañizares va +4 y José María Olazábal +10.