Con Royal Aberdeen como campo primerizo en esta competición, Phil Mickelson defiende título ante la previsión de lluvia y tormenta que se ha dado para la disputa del Open de Escocia, por lo que aquel que se lleve el torneo luchará ante el resto de golfistas y ante las adversas condiciones climatológicas.
Un reto más para Mickelson, quien ya ha comentado que espera que acierten en el pronóstico «porque estoy deseando demostrarme a mí mismo que sé jugar en unas condiciones que no tenemos en mi país. En estos años he aprendido a adaptarme a todos los climas y el tiempo de aquí se me da bastante bien. Recuerdo que en 2011 hizo malísimo en Royal St Georges y pocas veces he jugado mejor».
«Espero que haga malo esta semana, me divierte luchar contra los elementos y es una gran oportunidad».
En referencia a la nueva sede, el Royal Aberdeen, Mickelson comentaba que tanto él como Jim Mackay, su caddie, se están aclimatando al campo: «Hemos venido antes de tiempo para acostumbrarnos a los campos de aquí. Royal Aberdeen, el campo de este año, es precioso. El lunes lo jugamos con un viento diferente y cuando salimos hoy parecía otro campo».
«Estos campos hay que saber jugarlos, hay que esquivar los bunkers y mantener la bola en juego. Además te exigen estar muy fino con el approach y el pat largo porque estás pateando o chipeando todo el tiempo desde 20 o 30 metros. Todos los años vengo con ilusión y no me perdería estas dos semanas por nada del mundo».