Pablo iba por la calle del 5 cuando notó que se le posaba un insecto en la nariz. Al ir a apartarlo, se le echó encima una nube picándole en la cara y en la cabeza. Al final se tiró a un obstáculo de agua para librarse de sus agresores.
El médico del torneo y los árbitros acudieron inmediatamente en su ayuda. Afortunadamente pudo seguir jugando y encima terminó el hoyo con birdie.
Así lo cuenta: «Eran como avispas, pero tres veces más grandes, enormes, y empezaron a atacarme como 30 o 40… no sabía qué hacer.
«Mi caddie me dijo que corriera y me puse a correr como loco, pero me perseguían. Los compañeros me dijeron que me tirara al lago.
«Así que corrí hacia el lago, me saqué la tarjeta del bolsillo, me quité los zapatos y me tiré. Ha sido el mayor susto de mi carrera… no he pasado más miedo en mi vida.»
Cuando salió del agua volvió a ponerse su camisa pero los abejorros volvieron, así que terminó la vuelta con una que le trajeron los organizadores.
«Los árbitros y el doctor vinieron enseguida, me pusieron dos inyecciones y me dijeron que intentara relajarme. Después de las inyecciones me sentí mucho mejor, aunque me sigue doliendo muchísimo la cabeza. Sin su ayuda no habría podido terminar la vuelta porque no estaba en estado de jugar.
«Gracias a los árbitros me he podido tomar mi tiempo para que me atendiera el doctor, he podido acabar bien y jugaremos el fin de semana.»
Después de firmar una excelente segunda vuelta de 68(-4) que le mete de lleno en el torneo con -2 el español comentó:
«Parece que voy a pasar el corte y no me hace ninguna gracia volver a pasar por ese hoyo… no sé lo que haré… intentaré jugarlo lo más rápido posible.»
