Sobre todo, esto sucede en zonas desérticas, como es el caso de Arizona, Nevada y California, cuyos clubes de golf están muy interesados en reducir los espacios con pasto, ahora lo quitan y dejan crecer la yerba silvestre o bien ponen arena. Sólo en California, han quitado zonas de pasto equivalentes a la construcción de 9 campos de golf.
Es algo increíble y todo con el único fin de preservar los campos, pero previniendo que vengan en el futuro épocas de gran sequia.