Después de firmar tres tarjetas de 63 golpes e iniciar la última jornada con una ventaja de siete golpes, Reed se volvió humano y firmo una ronda de 71 golpes, uno bajo para el último día en el PGA West para llevarse la victoria con dos golpes de ventaja sobre Ryan Palmer.
“Ha sido mucho más duro que los tres primeros días” dijo Reed “ Mi velocidad de putt no ha existido. He dejado muchos cortos. Los primeros días parecía que la pelota rondaban lentamente hasta el hoyo. Hoy parecía lo contrario que justo se se frenaba delante.”
Al final del recorrido, Reed, volvió a parecerse al mismo que las tres primeras jornadas donde su toque se putt era perfecto. Emboco un putt de más de cinco metros para birdie, en el hoyo 15, que le permitió una ventaja de tres golpes con tres por jugar.
“Me sentí muy cómodo, sentía bien.” afirmó Reed “Pude afrontar los tres último hoyos jugando por el par, en lugar de tratar de hacer birdies, o buscando que algo pasara”.
Ryan Palmer embocó un putt de cuatro metros y medio para eagle y cerrar su recorrido en 63 golpes, que no le sirvieron para ganar el torneo, aunque afiazanron su segunda plaza.