Colíder al comenzar la jornada Lee, 209 del mundo, presentó una tarjeta de tres bajo par, 69 golpes, para un total de 204, doce bajo par, encarando la útlima y definitiva jornada con dos golpes de ventaja con el indio Gaganjeet Bhullar, 66 golpes, y Phil Mickelson quien redondeó una gran jornada con 63 golpes.
McIlroy pudo haber terminado a un golpe de la cabeza, tras haber cerrado su recorrido con birdie en el hoyo 18. Sin embargo una vez terminada la vuelta se vio penalizado con dos golpes por un error al proceder a un alivio en el hoyo 2. Iniciará la ronda final a tres golpes de la cabeza.
Esta circunstancia deja a Lee con un poco más de margen para el domingo. Podrá inspirarse en la victoria del pasado año de Donaldson, que logró el trofeo tras contener los ataques de los mejores del mundo. Incluyendo a Tiger Woods, Justin Rose y el propio McIllroy.
En esta ocasión el escocés tendrá que enfrentarse al ganador de cinco majors, Phil Mickelson. Aunque admite que la victoria de Donaldson le ha dado esperanzas de conseguir la gesta.
“Miras al pasado y puedes decir que los sueños se cumplen”, dijo “Así que solo tengo que salir y jugar lo mejor que puedo”.
Habiendo empezado el día a ocho golpes de los líderes, y tan solo un golpes por encima del corte, Mickelson tuvo un día iluminado en el National Course, con una flamante tarjeta de 63 golpes. Nueve birdies y un eagle, con el lastre de dos bogeys.
Pablo Larrazábal merced a un recorrido de 68 golpes se ha colocado junto a McIlroy en la cuarta posición con buenas opociones de victoria. Quien mantiene las mismas opciones es el canario Rafa Cabrera-Bello, colíder las dos primeras jornadas, aunque la tercera ronda no fue buena, 73 golpes, la brecha con la cabeza son solo cuatro golpes. Los mismos que tiene de diferencia Miguel Ángel Jiménez, que con 67 golpes se coloca en buena posición para un ataque el domingo.