Golf Confidencial . La idea pretende enfrentar, sólo en lo deportivo, a algunos de los jóvenes más prometedores del golf cántabro. La actividad, que se celebra en 2013 por vez primera, estuvo organizada por el Comité Juvenil de la Federación Cántabra de Golf y se disputó bajo la modalidad de Hándicap Stableford. De esta manera, computaron para el resultado final los diez mejores resultados de cada equipo participante.
La climatología desfavorable no ayudó al desarrollo del juego sino que, además, entorpeció por momentos debido al fuerte viento y, sobre todo, como consecuencia de la intensidad de la lluvia. El campo también estuvo encharcado en algunas zonas debido al agua caída durante los días anteriores. El equipo juvenil, formado por 21 jugadores (muchos de ellos con handicap inferior a 10), partía como favorito ante el equipo de padres, compuesto por 15 jugadores que no podían permitirse sumar muchos puntos en las tarjetas.
Así las cosas, los jóvenes reunían todos los requisitos para optar al triunfo pero el excelente juego demostrado por los padres rompió todos los pronósticos. Los mayores se proclamaron vencedores y, además, lo hicieron con una ventaja abultada. El computo de las 10 mejores tarjetas de cada equipo dio como resultado final 322 puntos de los padres por 307 del equipo de los hijos.
Los mayores, con más experiencia, supieron adaptarse a las condiciones de juego. Y eso pese a que muchos de los jóvenes que participaron en la jornada pertenecen al Programa de Tecnificación de la Federación Cántabra y demostraron, pese a su juventud, ser unos grandes jugadores.
Pero lejos del resultado, la verdadera importancia de la jornada residía en el encuentro, en la actividad compartida en familia. Un día que reunió a los padres y a sus hijos en torno al deporte y al compañerismo. La federación ya piensa repetir el año próximo con una segunda edición de la actividad que fue muy bien valorada por los participantes.
Fuente: El Diario Montañés
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A veces el golf queda en familia. Ocurrió el pasado sábado en el I Torneo de padres e hijos de la Federación Cántabra de Golf, celebrado en el campo de La Junquera. La idea pretende enfrentar -solo en lo deportivo- a algunos de los jóvenes más prometedores del golf cántabro. La actividad, que se celebra este año por vez primera, estuvo organizada por el Comité Juvenil de la Federación Cántabra de Golf y se disputó bajo la modalidad de Stableford handicap. De esta manera, computaban para el resultado final los diez mejores resultados de cada equipo participante.
La climatología desfavorable no ayudó al desarrollo del juego, que se entorpeció por momentos debido al fuerte viento y, sobre todo, como consecuencia de la intensidad de la lluvia. El campo también estaba algo encharcado en algunas zonas debido a las lluvias de días anteriores. El equipo juvenil, compuesto por 21 jugadores -muchos de ellos con handicap inferior a 10-, partía como favorito ante el equipo de padres, compuesto por 15 jugadores que no podían permitirse sumar muchos puntos en las tarjetas. Así las cosas, el equipo juvenil reunía todos los requisitos para optar al triunfo; pero el excelente juego demostrado por los padres rompió todos los pronósticos. Los mayores se proclamaron vencedores, y además con una ventaja abultada. El computo de las 10 mejores tarjetas de cada equipo dio como resultado final 322 puntos de los padres por 307 del equipo de los hijos.
Probablemente fueron los mayores, con más experiencia, los que supieron adaptarse a las mejores condiciones de juego. Y eso pese a que muchos de los jóvenes que participaron en la jornada pertenecen al Programa de Tecnificación de la Federación Cántabra y han demostrado ya, pese a su juventud, ser unos grandes jugadores.
Tiempo de encuentro
Pero lejos del resultado, la verdadera importancia de la jornada residía en el encuentro, en la actividad compartida en familia. Un día que reunió a los padres y a sus hijos en torno al deporte y al compañerismo. La federación ya piensa repetir el año próximo con una segunda edición de la actividad que ha sido muy bien valorada por los participantes. Lo deseable es que el tiempo acompañe.
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