Golf Confidencial . Esta temporada, la golfista participó en diez torneos del Letas (seis siendo amateur y cuatro como profesional) en los que logró siete Top ten, entre los que se incluyen una victoria y tres segundos puestos, siendo la 27ª su peor posición. Las cinco primeras jugadoras del ranking del circuito satélite acceden directamente al Tour Europeo.
Muy emocionada aseguró: “Ganar en Creta fue increíble y a la vez surrealista. Me perdieron los palos y no aparecieron hasta dos días más tarde; casi no pude entrenar. El primer día cometí errores de agresividad, el segundo fue una lucha continua, y el tercero salí más tranquila a probarme a mí misma. Me ayudó mucho llevar de caddie a Cydney Clanton, una de mis mejores amigas, compañera de universidad con tarjeta del LPGA. No había pizarras en el campo y no sabía cómo iba, hasta que en el 18 hice tres putts y descubrí que estaba empatada con Julia Davidsson. Salimos a play-off: en el primer hoyo falló ella y en el siguiente yo. Entonces me dije: “esta panoli, otra vez segunda, va a ser el hazmerreír del circuito”. Aunque, en el fondo estaba tranquila, porque sabía que tenía la tarjeta asegurada. En el tercero, ¡otra vez el 18!, ella se fue out y gané con dos putts. ¡Por fin! No me lo podía creer».
En sus declaraciones, destacó: «Este año me había propuesto coger experiencia en el Letas para prepararme de cara al Tour, y si encima conseguía mi objetivo principal, que era sacar la “tarjeta”… mejor que mejor. Iba tranquila y nunca pensé que lo haría tan bien como lo he hecho. Quedar segunda en Terre Blanche me dio un impulso de autoestima y me hizo pensar: “si he sido segunda y sigo jugando como hasta ahora, quizás pueda conseguirlo”. Era el primer torneo y me faltó experiencia; en los siguientes, me faltó templanza y saber controlar los nervios. En Finlandia, siendo ya profesional, salí al play-off a por todas. Pero de todo se aprende y yo he aprendido mucho: creo que las experiencias anteriores me han ayudado a ganar. En estos últimos meses he madurado poco a poco, aunque soy consciente de que me quedan muchos pasos que dar».
A su vez, nos recordó: «Mi último torneo amateur fue el Europeo Absoluto con mi hermana Marta en el equipo: un sueño hecho realidad. Había estado esperando a ese Campeonato para pasarme a pro, ¡y qué mejor manera de terminar la carrera amateur que con medalla de oro! Me hice profesional justo antes del Open de España y fallar el corte me dolió. Estaba un poco quemada, varias semanas seguidas de competición me pasaron factura, con la presión añadida de ser mi primer torneo pro y jugando en casa. Todo eso me afectó bastante. Intenté sacar la tarjeta y pasé la primera fase; quedarme fuera de la segunda por un golpe, fue bastante decepcionante. El último día iba menos 2 hasta el 12… y me lié en cuatro hoyos. Si no salió, será porque todavía no estoy preparada. Con el estatus que tengo en Estados Unidos podría jugar el Symetra Tour, aunque no creo que me decida, no tengo buenas referencias y me voy a centrar en el Circuito Europeo, que puedo jugarlo completo».
A su vez, desveló: «Quería ser profesional pero tenía muy claro que antes debía estudiar y formarme: creo que lo más importante es tener una carrera, porque un día te rompes un brazo o una pierna… y hasta luego el deporte. Si vas a dedicar tu vida al deporte, es imprescindible contar con otra preparación. Estoy muy contenta: ya he cumplido un objetivo. A partir de ahora, a seguir disfrutando en los dos torneos que faltan. La siguiente meta: mantener la tarjeta en Europa y, si fuese posible, sacar la de Estados Unidos”.
Patricia Sanz (Madrid, 9-9-1990) cogió su primer palo de golf a los siete años. Graduada en Biomedicina (Biomedical Sciences) por la Universidad de Auburn, a la madrileña le gustan “todos los deportes, sobre todo correr, pádel y tenis”. Se declara “muy futbolera y del Real Madrid. Mourinho me caía bien al principio hasta que tocó a San Iker y, desde entonces, quería que le echaran. Iker y Xavi Alonso son los mejores”. Admira a Lorena Ochoa, Azahara Muñoz, Tiger Woods y a Seve –“era único”-. El último libro que ha leído es el segundo tomo de la trilogía ‘La vieja guardia’, y suele entrenar escuchando al grupo The Fray en su Ipod; su comida preferida es la pasta y reconoce que le “pierde el chocolate”.
Golf Confidencial
La madrileña Patricia Sanz, segunda en el ranking del Ladies European Tour Access Series (Letas), estrenó su palmarés profesional el sábado pasado en Grecia. A falta de dos torneos por disputar, ya tiene garantizada su plaza y el año que viene se medirá junto a las mejores de Europa.
Esta temporada ha participado en diez torneos del Letas –seis siendo amateur y cuatro como profesional- en los que ha logrado siete Top ten, incluyendo una victoria y tres segundos puestos, siendo la 27ª su peor posición. Las cinco primeras jugadoras del ranking del circuito satélite acceden directamente al Tour Europeo.
“Ganar en Creta fue increíble y a la vez surrealista. Me perdieron los palos y no aparecieron hasta dos días más tarde; casi no pude entrenar. El primer día cometí errores de agresividad, el segundo fue una lucha continua, y el tercero salí más tranquila a probarme a mí misma. Me ayudó mucho llevar de caddie a Cydney Clanton, una de mis mejores amigas, compañera de universidad con “tarjeta” del LPGA.
No había pizarras en el campo y no sabía cómo iba, hasta que en el 18 hice tres putts y descubrí que estaba empatada con Julia Davidsson. Salimos a play-off: en el primer hoyo falló ella y en el siguiente yo. Entonces me dije: “esta panoli, otra vez segunda, va a ser el hazmerreír del circuito”. Aunque, en el fondo estaba tranquila, porque sabía que tenía la tarjeta asegurada. En el tercero, ¡otra vez el 18!, ella se fue out y gané con dos putts. ¡Por fin! No me lo podía creer.
Este año me había propuesto coger experiencia en el Letas para prepararme de cara al Tour, y si encima conseguía mi objetivo principal, que era sacar la “tarjeta”… mejor que mejor. Iba tranquila y nunca pensé que lo haría tan bien como lo he hecho. Quedar segunda en Terre Blanche me dio un impulso de autoestima y me hizo pensar: “si he sido segunda y sigo jugando como hasta ahora, quizás pueda conseguirlo”. Era el primer torneo y me faltó experiencia; en los siguientes, me faltó templanza y saber controlar los nervios. En Finlandia, siendo ya profesional, salí al play-off a por todas. Pero de todo se aprende y yo he aprendido mucho: creo que las experiencias anteriores me han ayudado a ganar. En estos últimos meses he madurado poco a poco, aunque soy consciente de que me quedan muchos pasos que dar.
Mi último torneo amateur fue el Europeo Absoluto con mi hermana Marta en el equipo: un sueño hecho realidad. Había estado esperando a ese Campeonato para pasarme a pro, ¡y qué mejor manera de terminar la carrera amateur que con medalla de oro!
Me hice profesional justo antes del Open de España y fallar el corte me dolió. Estaba un poco quemada, varias semanas seguidas de competición me pasaron factura, con la presión añadida de ser mi primer torneo pro y jugando en casa. Todo eso me afectó bastante.
Intenté sacar la “tarjeta” del LPGA (circuito femenino estadounidense) y pasé la primera fase; quedarme fuera de la segunda por un golpe, fue bastante decepcionante. El último día iba menos 2 hasta el 12… y me lié en cuatro hoyos. Si no salió, será porque todavía no estoy preparada. Con el estatus que tengo en Estados Unidos podría jugar el Symetra Tour, aunque no creo que me decida, no tengo buenas referencias y me voy a centrar en el Circuito Europeo, que puedo jugarlo completo.
Quería ser profesional pero tenía muy claro que antes debía estudiar y formarme: creo que lo más importante es tener una carrera, porque un día te rompes un brazo o una pierna… y hasta luego el deporte. Si vas a dedicar tu vida al deporte, es imprescindible contar con otra preparación.
Estoy muy contenta: ya he cumplido un objetivo. A partir de ahora, a seguir disfrutando en los dos torneos que faltan. La siguiente meta: mantener la “tarjeta” en Europa y, si fuese posible, sacar la de Estados Unidos”.
Patricia Sanz (Madrid, 9-9-1990) cogió su primer palo de golf a los siete años. Graduada en Biomedicina (Biomedical Sciences) por la Universidad de Auburn, a la madrileña le gustan “todos los deportes, sobre todo correr, pádel y tenis”. Se declara “muy futbolera y del Real Madrid. Mourinho me caía bien al principio hasta que tocó a San Iker y, desde entonces, quería que le echaran. Iker y Xavi Alonso son los mejores”. Admira a Lorena Ochoa, Azahara Muñoz, Tiger Woods y a Seve –“era único”-. El último libro que ha leído es el segundo tomo de la trilogía “La vieja guardia”, y suele entrenar escuchando al grupo The Fray en su Ipod; su comida preferida es la pasta y reconoce que le “pierde el chocolate”.
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