22 de noviembre de 2024

Justin Rose hace historia sobre la hierba de Merion

Justin Rose hace historia sobre la hierba de Merion

Un triunfo muy especial. Una victoria muy emotiva. Él lo sabía y por eso no pudo controlar sus emociones tras embocar un putt decisivo en el Hoyo 18. No sólo sumó un título de Grand Slam a su palmarés; también se convirtió en el héroe y orgullo de su país, al poner fin a una racha de más de cuatro décadas sin que ninguno de sus representantes lograse la gloria en esta prestigiosa prueba.

Golf Confidencial . Fue una jornada de infarto, repleta de alternativas y en la que pudo pasar cualquier cosa. La tensión fue tal que no es de extrañar que el golfista británico apretase el puño, se lo llevase a los labios y lanzase un beso, acompañado de una expresiva mirada, al cielo. Lo había logrado. Había hecho realidad un sueño largamente buscado por sus compatriotas y lo consiguió tras una última vuelta de 70 golpes.

En el ‘infierno’ de Merion, y en el ‘Día del Padre’, el jugador nacido en Johannesburgo (Sudáfrica) le rindió el mejor homenaje a su progenitor, fallecido en fechas recientes. Triple alegría y triple premio para un gran profesional, que debutó con tan solo 16 años en The British y que ha tardado justo ese tiempo, otros 16 años, en sumar un ‘Major’ a su lista de éxitos. A su vez, y después de Tony Jacklin en 1970, se convirtió en el primer inglés en inscribir su nombre el la lista de ganadores del US Open.

La última vuelta fue vibrante, muy complicada por un rough muy alto que puso en muchos apuros a los mejores golfistas del mundo. Phil Mickelson, que comenzó como líder provisional, trató de seguir empleando la misma táctica que le sirvió para ostentar la primera plaza durante las tres jornadas anteriores. El de San Diego optó por la precisión en lugar de la distancia pero, en esta ocasión, su apuesta no le salió del todo bien. Pese a un eagle en el Hoyo 11, Lefty volvió a la Casa Club con una tarjeta de 74 golpes, lo que le hizo decir adiós a un título que acarició con la yema de sus dedos.

Rose no desaprovechó el regalo y con sus 70 impactos logró aventajar en tan solo 2 tanto al propio Mickelson como al australiano Jason Day… Victoria y entrada en la historia para un jugador que protagonizará una notable subida dentro del Top Ten del ranking Mundial.

Por su parte, Gonzalo Fernández-Castaño brilló con luz propia y cerró su paso por esta importante cita en el décimo puesto. El madrileño demostró su innegable calidad y no acusó los nervios por afrontar su segunda presencia en el segundo torneo de Grand Slam de la temporada.

Golf Confidencial . Fue una jornada de infarto, repleta de alternativas y en la que pudo pasar cualquier cosa. La tensión fue tal que no es de extrañar que el golfista británico apretase el puño, se lo llevase a los labios y lanzase un beso, acompañado de una expresiva mirada, al cielo. Lo había logrado. Había hecho realidad un sueño largamente buscado por sus compatriotas y lo consiguió tras una última vuelta de 70 golpes.
En el ‘infierno’ de Merion, y en el ‘Día del Padre’, el jugador nacido en Johannesburgo (Sudáfrica) le rindió el mejor homenaje a su progenitor, fallecido en fechas recientes. Triple alegría y triple premio para un gran profesional, que debutó con tan solo 16 años en The British y que ha tardado justo ese tiempo, otros 16 años, en sumar un ‘Major’ a su lista de éxitos. A su vez, y después de Tony Jacklin en 1970, se convirtió en el primer inglés en inscribir su nombre el la lista de ganadores del US Open.
La última vuelta fue vibrante, muy complicada por un rough muy alto que puso en muchos apuros a los mejores golfistas del mundo. Phil Mickelson, que comenzó como líder provisional, trató de seguir empleando la misma táctica que le sirvió para ostentar la primera plaza durante las tres jornadas anteriores. El de San Diego optó por la precisión en lugar de la distancia pero, en esta ocasión, su apuesta no le salió del todo bien. Pese a un eagle en el Hoyo 11, Lefty volvió a la Casa Club con una tarjeta de 74 golpes, lo que le hizo decir adiós a un título que acarició con la yema de sus dedos.
Rose no desaprovechó el regalo y con sus 70 impactos logró aventajar en tan solo 2 tanto al propio Mickelson como al australiano Jason Day… Victoria y entrada en la historia para un jugador que protagonizará una notable subida dentro del Top Ten del ranking Mundial.
Por su parte, Gonzalo Fernández-Castaño brilló con luz propia y cerró su paso por esta importante cita en el décimo puesto. El madrileño demostró su innegable calidad y no acusó los nervios por afrontar su segunda presencia en el segundo torneo de Grand Slam de la temporada.

 

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1 comentario en «Justin Rose hace historia sobre la hierba de Merion»

  1. oiste?informate algo mejor de algun dato…el progenitor se murio hace 11 años y no recientemente…aiaiaiaiaiaiaiai

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