Su capacidad de invitar a grandes viajes, su conocido y único interés por conseguir sacar a sus «víctimas» siempre algo más que sea beneficioso para su empresa, su egoismo comercial y trato diferente según de quién se trate, le han hecho ganarse tan definitorio apelativo.
Y es que, a pesar de los lujosos viajes a los que invita, como siempre lo hace a los mismos, los resultados no son lo que deberían.