Después de apostar claramente por nuestro querido deporte, y visto que su inversión no le ha reportado el retorno esperado por culpa de los excesivos intereses crematísticos de la empresa organizadora, esta importante empresa de trabajo temporal ha decidido dejar su suculento patrocinio.
Y es que ya se sabe, hay organizadores de torneos que por su exceso de afán recaudatorio sólo saben meter la gamba.