22 de septiembre de 2024

El mejor golpe del golf para despedir 2012

El mejor golpe del golf para despedir 2012

Ante un numeroso grupo de socios, el doctor Carlos García-Ochoa, vicepresidente del club, informó sobre la labor humanitaria que, promovida por él mismo y con el respaldo de Castiello, se realiza en Mozambique desde hace casi veinte años.

Golf Confidencial . Tal y como se pudo saber, los fondos para dicho fin provienen del aporte de ciertas personas del entorno del doctor, sus amigos y familiares, así como de la recaudación obtenida en los campeonatos de golf que llevan por emblema la ayuda a Mozambique.

Como no hay mejor impulso para la generosidad que ver de cerca la extrema pobreza que sufren algunos países africanos (en especial su población infantil), se proyectó un vídeo en el que pudieron verse las condiciones que en la actualidad vive esta antigua colonia portuguesa. Las imágenes fueron acompañadas de las informaciones del doctor, protagonista junto a su esposa de muchas escenas de la grabación. De este modo se comprobó que la cooperación con Mozambique proviene de la guerra de Bosnia. Es decir, se enlazó la ayuda prestada a las víctimas del conflicto de los Balcanes con la alarma surgida a causa de Mozambique.

Un año antes se había creado una ONG en Castiello, cuya enorme respuesta social facilitó que se llenaran seis tráileres con alimentos, medicinas y material de primera necesidad destinados a Mostar. El doctor García-Ochoa encabezó aquella expedición. “Allí conocí a María Neira, una felguerina casada con un comisionado de la ONU para los refugiados, que nos habló de la precariedad de Mozambique”.

Fue el siguiente destino, Maputo, capital de Mozambique, 1993. Se encontraron con un país caótico ya que tras su independencia de Portugal, acontecida en 1975, se había sumido en una guerra civil que duró veinticinco años. Es lógico que todo estuviera devastado. En un hospital, o sea, un barracón carente de todo, Carlos García-Ochoa conoció a la hermana Lucía Sandoval: “Una mujer agotada, sin uñas, roídas por los rayos X, totalmente entregada a sus enfermos, que me impresionó. Hay que ayudarla, nos dijimos”. El altruismo del doctor García-Ochoa guarda estrecha relación con su sensibilidad; se emocionó al recordar a la hermana Lucía, hoy fallecida, y el heroísmo de su vida. De regreso a Gijón, se promovió otra campaña y consiguieron que un barco de Pescanova, a cambio de nada, les llevara durante años los frutos de las contribuciones, hasta que un día el barco rompió.

La alternativa ha sido que cada año, el doctor García-Ochoa rinde sus vacaciones en Mozambique y la entrega del total de las donaciones, “el impuesto revolucionario que exijo a mis amigos”, lo efectúa en la propia mano de otra religiosa, la hermana Esperanza, que merced a ella ha podido instalar una guardería para 50 niños de 2 a 5 años. Daba gusto verlos, todos descalzos, pero con tres comidas al día aseguradas. Las imágenes de su siesta sobre el suelo eran un compendio de ternura. Hay que tener en cuenta que la tasa de mortalidad infantil en Mozambique es del 6,5 por ciento en los primeros años de vida, estadística que entre la hermana Esperanza y el Club de Golf de Castiello han aniquilado.

En Songo, una población en el interior de Mozambique, a su vez el padre Alberto creó un colegio para niñas; estudiar es un medio para defenderse en la vida y algunas alumnas incluso han podido acceder a la universidad.

El padre Alberto, que ya ha cumplido 80 años, también recibe ayuda de Carlos García-Ochoa y de la institución deportiva de Castiello. Sin duda, el brazo de la solidaridad es muy largo.

Fuente: Lne.es

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