Golf Confidencial . La Escuela Municipal de Golf de Santander, ubicada en el campo de Mataleñas, lleva funcionando como tal desde la creación del Instituto Municipal de Deportes de Santander en 1992. Sin embargo, sus orígenes se remontan al año 1983. Miguel Ángel Raba, Director de la Escuela, destacó: “Las matriculaciones que tenemos cada año superan las 1.600. on cursos trimestrales, aunque en verano los hacemos quincenales. En la escuela hay cinco profesores, que son los que imparten los cursos de iniciación, perfeccionamiento y cursos avanzados. Lo normal es hacer los tres”.
Habría que recordar que en Mataleñas también hay clases para personas con alguna discapacidad, ya sea física o cerebral. Para ellas se reservan 20 plazas en los cursos, que siempre se completan.
Mucho más joven es la Escuela de Golf de Meruelo, la única sin un campo de golf en el que realizar recorridos. Comenzó su actividad hace apenas un año y dos profesores se reparten las clases a 25 niños y a otros tantos adultos. Luis Méndez, Director de la Escuela y uno de esos dos profesores, señaló: “Los cursos son de iniciación, perfeccionamiento y hándicap bajo. Duran entre dos y tres meses y, por el momento, los mayoritarios son los de iniciación”. Una vez que hay que salir al campo, los alumnos y los profesores van al de Noja o al de La Junquera, en Pedreña, que son los que están más cerca.
En los cursos está todo incluido, desde el material, las salidas al campo de golf con los jugadores, o un videoanálisis del swing. “Además, está incluido el examen para obtener la licencia de golf”.
Peticiones de los alumnos
La Escuela de Golf Ramón Sota, ubicada en Agüero (Marina de Cudeyo) tuvo un inicio peculiar. Ramón Sota, uno de los pioneros del golf en España y recientemente fallecido, tenía la ilusión de construir un pequeño campo. Pero antes quería saber si había gente interesada en este deporte en la zona. Por eso, comenzó a dar clases en un pequeño campo de prácticas. Gabriel Sota, director de esa escuela que creó su padre en el año 2000, desveló: “Los alumnos le decían que querían aprender a usar el putt, y se construyó un putting-green. Luego, que querían aprender a salir de los búnkers, y se construyeron cuatro hoyos… Así hasta que le pedimos a Seve Ballesteros que nos diseñara un campo de nueve hoyos”.
En la actualidad, unas 150 personas son alumnas de la Escuela de Golf Ramón Sota. Al igual que en las anteriores, hay niveles de iniciación, intermedio y avanzado. Hasta llegar al curso de ‘Garantía Hándicap’, que tiene teoría y práctica en el campo de golf.
En el mismo municipio de Marina de Cudeyo está también el Real Golf de Pedreña, la institución más emblemática de este deporte en la región. Su escuela funciona desde hace bastantes años, aunque está reservada sólo para los socios del club. Agustín García Pascual, Director de la Escuela, manifestó: “Los cursos que damos son trimestrales. Ahora tendremos a unos 40 niños, cifra que se dobla en verano, que dan clases los fines de semana. Entre semana es el turno de los adultos. Ahora hay unos 30. Entrenan en el campo de prácticas y los lunes, dan clase en el campo. El profesor hace nueve hoyos con ellos”.
En verano es el único periodo del año en el que se admiten a personas que no son socios a recibir clases en la escuela. “Normalmente es en la escuela infantil, y son personas invitadas por nuestros socios. Es también una forma de fidelizar gente para el club”.
En la Escuela de Golf del Abra del Pas, en Mogro, hay cursos para niños de entre 6 y 17 años de octubre a junio y también cursos para adultos, “que se suelen llenar”, tal y como afirmó Santiago Carriles. Un total de 120 niños dan clase con los dos profesores de la escuela, que organiza un circuito infantil con ocho o nueve pruebas. “Somos la única escuela abierta a que en esta competición participen alumnos de las demás escuelas de golf de Cantabria. De aquí han salido algunos de los jugadores más prometedores del golf cántabro, como Manuel Elvira, Celia Barquín o Harang Lee”.
Fuente: El Diario Montañés.
