Golf Confidencial . Con la moral por las nubes y con esa amplia sonrisa dibujada otra vez en su rostro, el golfista español valoró de manera muy positiva su reciente triunfo en el Wyndham Championship, con el que puso fin a cuatro años de sequía en el circuito americano. «Logré una buena victoria y fui capaz de lograr un par de cosas grandes. Como es obvio, estoy jugando bien si he conseguido llegar a los ‘play-offs’. Al mismo tiempo, me he asegurado un sitio para la Ryder Cup de Chicago, lo que es muy importante para mí. Estoy muy emocionado por haberlo conseguido«.
Muy mentalizado para repetir una buena actuación en el Bethpage State Park de New York, evitó darle demasiada importancia a su reciente éxito: «Sólo tuve una buena semana. Ahora, en este torneo, creo que me las arreglé para hacer las cosas bastante bien«.
Tras un período gris, marcado por las pocas alegrías y por los pobres resultados deportivos, Sergio aseguró que hay momentos en la carrera de un deportista: “En los que sufres altos y bajos. Cuando te toca pasar por una mala racha, la verdad es que no se pasa muy bien ni es nada divertido. De cualquier manera, tienes que intentar pasar por ellos. Supongo que eso es por lo que nos gusta tanto este deporte«.
A sus 32 años, señaló que golf: «Es un juego duro pero, cuando puedes hacer un par de cosas bien, te devuelve mucho. Sólo tienes que seguir practicando, seguir esforzándote duramente y esperar a que lleguen los buenos tiempos«.
Parece que los buenos tiempos han vuelto para Sergio quien, tras su victoria en Wyndham, recibió la llamada de José María Olazábal, capitán del equipo europeo de la Ryder Cup: «Él fue uno de los primeros en llamarme para felicitarme. Estaba muy feliz por mí y por hacer su trabajo un poco más fácil. Está muy emocionado de tenerme en el equipo e, incluso antes de que fuera capitán del equipo, siempre me llamaba para ver cómo estaba haciendo las cosas. Ahora, con la Ryder Cup tan cerca, está muy preocupado por mí y por cómo me siento mental y emocionalmente«.