¿Dónde va el dinero del Golf?

Hace una semana, la Plaza de la Familia de Tres Cantos acogió uno de los últimos eventos del Golf en la Calle que ha estado promocionando la Real Federación Española. Esta iniciativa ha estado encaminada a dar a conocer nuestro amado deporte en las ciudades más importantes de la geografía nacional.

Junto a la campaña “Bautismo de Golf”, la Federación ha pretendido conseguir un aumento significativo de licencias. Lo siento. No lo han conseguido.

Pero ello, no habrá sido por no haber invertido lo suficiente. Se habla de unos seiscientos mil euros. Mi opinión es que, más bien, han equivocado el camino.

La iniciativa era acertada: Sacar el golf a la calle y permitir que los ciudadanos se enfrentaran, por primera vez, a sostener entre sus manos un palo y, así, engancharlos en el camino de greenes, bunkers, pares y birdies. Sin embargo, el desarrollo de la misma ha sido nefasto y plagado de errores, omisiones y sinsentidos.

El primer y más grave error fue la campaña de publicidad. Se apostó por programas de radio y webs de golf. En el primer caso, los elegidos poco o nada tenían que ver con el posible “target” golfista. En el segundo, se redunda  en un nicho que ya conoce el deporte y que está “ganado para la causa”.

Respecto a los llamados “Bautismos de Golf”, se buscaron “famosos” para crear más impacto mediático. Famosos que, a buen seguro, olvidarán el palo en cuanto vuelvan a casa y, por supuesto, la teórica clase que recibieron (supongo que generosamente pagada). Hubiera sido más rentable incentivar a las escuelas de golf con ayudas y subvenciones, fomentando su crecimiento y no dejarlas de lado en esta iniciativa para subvencionar a famosillos de poca monta que se lucran a costa de estúpidas dádivas como esta.

El ejemplo más claro, el comentado al inicio: El Golf en la Calle de Tres Cantos, que fue un rotundo éxito, a pesar de la R.F.E.G que, hasta el último momento, puso mas trabas y problemas que ayuda y colaboración. A duras penas cedió el material promocional, sí y estuvo presente en la rueda de prensa previa al acto  y el domingo en la plaza trincantina, pero ahí se acabaron sus fuerzas.

Talento, ilusión, ganas, pasión y trabajo pusieron los miembros del Club de Campo de Tres Cantos Golf y consiguieron lo que no se ha conseguido con miles y miles de euros: Niños recibiendo clases de profesionales, reconocidos y reconocibles; sus padres oyendo a estos mismos profesionales hablar de golf y de cómo este deporte ayuda a mantenerse en buena forma física y mental.

Por cierto, profesionales que entregaron su tiempo de forma desinteresada, por más que responsables de la Federación dudaran de ello y se despacharan a gusto  ante los miembros de Club de Campo de Tres Cantos en sus críticas e ironías acerca de la colaboración, gratuita y generosa, de profesionales enamorados de su trabajo y que se mueven por cariño y amistad, no por el interés material del que tanto saben los que tanto ironizan y critican.

No sé cuantas licencias aportará esta jornada, pero conociendo que es una iniciativa de un pequeño club con ilusión y ganas de crecer, a buen seguro, serán más que las conseguidas con los seiscientos mil euros malgastados por la R.F.E.G.