Un curso más. El correspondiente al de un nuevo año -el 2011- en la Escuela de Golf de la federación murciana y que se ha iniciado sin la permanencia de los juniors en la Primera División y sin el patrocinador oficial. Dos circunstancias éstas que no empañaron el día. A la hora de tomar la palabra, María Luisa Fernández, presidenta del Comité Juvenil, y a pesar del evidente «disgusto» por no poder contar «con sus chicos» -como ella los considera- en la máxima categoría este año, no escatimó en palabras de apoyo, afecto y reconocimiento para «el trabajo y el esfuerzo que todos han realizado a pesar de que en esta ocasión no nos haya salido el juego».
Por su parte, el presidente de la federación murciana, José Jover, quien fuera el responsable de abrir el acto de manera oficial haciendo uso de la palabra en primera instancia, y tras dar la bienvenida a los nuevos y felicitar «a los que siguen tanto por su juego pero, sobre todo, por su actitud y comportamiento» en la escuela, no dejó pasar la oportunidad de hacer mención del respaldo que como federación siempre han recibido de Polaris y que personalizó en la figura de Francisco Sardina, subdirector de la empresa, del que dijo: «Siempre ha estado ahí; Paco es un hombre que ama el golf». Al hilo de esta última afirmación, Sardina se dirigió a los padres y sobre todo a los niños presentes en la sala habilitada para el acto para decirles: «Yo amo este deporte como lo amais todos vosotros, los que formais parte de la élite del golf de esta Región en su proceso de formación. Teneis acceso a profesores, campos y a la ayudas federativas… estamos con vosotros. Estad vosotros orgullosos de quienes sois».
Los cambios
El presidente de la murciana alentó a los jóvenes en este nuevo curso y les deseó «mucho ánimo y trabajo» en una escuela en la que hay «que cumplir un reglamento»; en este punto puso el acento en que «a esta escuela se entra y de esta escuela también se sale». Un centro de formación que este año ha sufrido algunos cambios. Los más evidentes, la concentración de los alumnos en dos de las sedes -antes eran tres-, ubicadas en los campos de Roda y El Valle y dirigidas por los ‘pros’ Manuel Guirao y Javier de Lope, respectivamente; y cambios en los horarios que se han intensificado de 2 a 4 horas. Y a todo ello se suma una inquietud. Lograr tener «unos equipos más fuertes y competitivos», como señalaría Fernández. Algo que evidenciaba Jover al declarar: «El nivel del golf se puede medir por el número de jugadores de una comunidad, pero se mide también por la calidad del número de sus jugadores juveniles y en eso, tenemos mucho que trabajar».