Graeme McDowell coronó un año inolvidable tanto para él y Europa.
En una Ryder Cup que debió definirse hasta el último duelo el lunes, McDowell embocó un putt desde unos cinco metros para birdie en el hoyo 16 ante Hunter Mahan y le dio a Europa los 14 puntos y medio que necesitaba para recuperar el preciado trofeo dorado.
Fue la primera vez desde 1991 que la Ryder Cup se definió en el último duelo de individuales, una electrizante jornada hecha posible por un equipo de Estados Unidos que vendió cara su derrota.
Los estadounidenses remontaron una desventaja de tres puntos gracias a victorias de sus estrellas Tiger Woods y Phil Mickelson, además de una gran reacción del debutante Rickie Fowler.
Pero McDowell, el campeón vigente del Abierto de Estados Unidos, se encargó de sentenciar el triunfo europeo.
Bajo una presión que desbordó la que tuvo hace unos cuantos meses, cuando ganó el major en Pebble Beach, el norirlandés frenó a los estadounidenses con su precisión en los putts en el Celtic Manor Resort.
«A Graeme McDowell lo pusimos ahí por algo. Es un tipo muy seguro de sí mismo y lo demostró», declaró el capitán europeo Colin Montgomerie. «Ese birdie en el 16 fue increíble. Realmente increíble».
El desenlace del torneo, que por culpa de la lluvia en los días previos provocó que se completarse el lunes, fue de película de suspense.
Con una diferencia de tres puntos al iniciar la última ronda, Europa se adelantó en ocho de los nueve duelos y parecía que iba a ganar por una paliza como anfitrión.
Pero súbitamente se produjo un giro total.
Woods metió un eagle desde el fairway dentro de un excelente trabajo de siete bajo par en un tramo de siete hoyos. Steve Stricker ganó el primer duelo y Mickelson sacó una amplia ventaja para sumar otro punto.
Después fue el turno de Fowler, el primer novato del PGA Tour convocado para la Ryder Cup, al ganar los tres últimos hoyos con un recital de putts para sustraer un impensable medio punto en su mano a mano con el italiano Edoardo Molinari.
Eso dejó a Estados Unidos con 13 puntos y medio, y hubiesen retenido el trofeo con igualar el último duelo.
Mientras Fowler era felicitado por sus compañeros, Mahan logró embocar un putt para birdie en el 15 para acortar diferencias con McDowell.
«El US Open fue como un paseo comparado con la presión que tenía», relató McDowell. «Estaba muy nervioso. Es una sensación diferente. Es demasiada presión».
No dio la impresión que lo estaba por la forma con la que ejecutó el putt clave.
«El mejor putt de mi vida», dijo McDowell.
Los europeos se impusieron 14 1/2-13 1/2 para recuperar el trofeo que los estadounidenses ganaron como locales hace dos años en Valhalla.
Para Montgomerie fue una gran victoria teniendo en cuenta que nunca ha podido ganar uno de los cuatro grandes torneos del golf mundial.
«Este es uno de los momentos más notables de mi carrera. Aclaro, este ES el momento más grande de mi carrera», sostuvo.
Europa se crece con la Ryder Cup, pero este año fue espectacular en otros frentes. McDowell ganó el US Open y el alemán Martin Kaymer se adjudicó con el Campeonato de la PGA, la primera vez que dos europeos conquistan majors en el mismo año desde 1999.
Woods no terminó mal, de hecho redondeó su mejor actuación en una Ryder Cup. Ganó sus dos primeros duelos en dupla con Stricker y, tras sufrir su peor derrota el domingo, se repuso para vapuleó 4 y 3 al italiano Francesco Molinari.
